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.Pablo Armando Fernndez, AntónArrufat y Calvert Casey pasaron a trabajar en la Casa de las Amricas, cuyadirectora, Hayde Santamara, sostena la curiosa tesis de que la gente de Lunes (esdecir todos nosotros) era valiosa individualmente, pero no haba que dejarlosreunirse.Entonces podan ser peligrosos.Resultbamos, pues, una suerte demicrobios polticos capaces de ser letales en grupo, o, lo que es peor, contagiosos.Calvert tena en la Casa de las Amricas un puesto subalterno, pero Arrufat llegó adirigir la revista Casa, a la que convirtió de un panfleto indiferente en unapublicación de extraordinario dinamismo y de considerable importancia literaria enCuba y en Amrica Latina, labor de un solo microbio.Despus de un tiempo sin trabajo, que pas escribiendo subsidiado porMiriam Gómez, actriz activa, sal de agregado cultural para Blgica, en una suertede exilio oficial.Pablo Armando Fernndez me seguira en un puesto similar aLondres.A microbio que molesta destino remoto.Antes de irme, Calvert habapublicado en Ediciones R todava funcionaba ese vastago de Lunes, atenuada suvirulencia su volumen de cuentos El regreso, que a todos los de Lunes nospareció excelente aunque apenas si tuvo repercusión crtica en Cuba.Pero AntónArrufat tuvo un elogio que fue la gloria instantnea para Calvert y justa justicialiteraria: Qu Salinger ni Salinger! Tus cuentos son mucho mejores que los deSalinger .Hay que recordar que cuando Calvert Casey viva en Nueva Yorkoscuramente, J.D.Salinger era clebre y el ms permeable y sensible escritoramericano vivo.Yo dije algo que se probó gaffe o gafe: Es de veras Pavese .44 G.Cabrera Infante Vidas para leerlasEn 1964 Antón Arrufat (a quien est dedicado El regreso) vino a visitarnosa Bruselas, husped nuestro en la casona elefantisiaca de la embajada, donde porabsurdo azar diplomtico vivamos solos Miriam Gómez y yo.Si Calvert eraandariego, aventurero, hombre de muchas ciudades, Antón, tan audaz de lengua,era un tmido urbano que tena miedo a toda ciudad que no fuera La Habana.Debir a buscarlo a la estación de Midi (odiaba viajar en avión) y tuvimos Miriam y yoque hacerle constante compaa en la embajada, de la que sólo salió dos veces alcine escoltado por el chófer.Sólo lo movan el almuerzo y la cena y su frasefavorita era: Qu buena comidita! , antes de comenzar o terminar de comer.Pero, como siempre, no lo conmova nada: Antón Arrufat era un intelectual puro y,til habilidad para tiempos de tempestad, un sobreviviente nato.Todava Hoy ,despus de innmeros naufragios, sobrevive a todo, incluso a Virgilio Pinera y aCalvert Casey, su padre literario y su hermano mayor, como quien dice.Un da, a la semana de estar con nosotros, Antón recibió una llamada de LaHabana, la que oyó sonriente, casi rindose.Al colgar dijo: Era la Calvita que medice que regrese a Cuba enseguida que estn pasando cosas.Pero no aclaró qucosas.Deben de ser serias porque no repitió una sola slaba.Mala seal .PeroAntón volvió alegre a La Habana para encontrarse con una acusación de horroreshomosexuales literarios: era su culpa, atribuida, la invitación de Alien Ginsberg aCuba.Durante su visita, Ginsberg dijo en pblico cosas que en Cuba eran uncrimen privado, frases ofensivas a odos machos y marciales, es decirrevolucionarios.Dijo que Fidel Castro tambin debió tener experienciashomosexuales de nio. Todos las tenemos , aclaró Ginsberg, por qu no l? .Ginsberg confesó su amor por el Che Guevara, pero no era un amor proletario. Me gustara mucho acostarme con l , declaró.Finalmente, horror horro,conminó a los homosexuales habaneros a desfilar en pblico frente al PalacioPresidencial, portando cartelones.(Sugerencias de lema: Maricones de toda Cuba,unos.No tenis ms que perder que vuestra vergenza .) Era, adems, culpa de unya abrumado Antón la homosexualización de la revista Casa y haber publicado unpatente poema pederasta al teatrista Jos Triana.All, versos perversos, se hablabade manchas de amor ocre en las sbanas, vaselina ntima y sudor en los cuerposporosos.No hubo juicio, ni siquiera hubo causa: Antón fue despedido ipsofacto deCasa y la dirección de la revista fue concedida como premio al pundonor militantea Roberto Retamar.Antes en desgracia latente pero ahora protegido del presidenteDorticós, a quien haba convencido de sus dotes de intelectual marxista (las dotes45 G.Cabrera Infante Vidas para leerlasde Dorticós aunque bien podan ser de los dos), Retamar fue el aparente instigadorde las acusaciones contra Antón contra natura.No en balde Calvert no habatartamudeado por telfono.Cuando regres a La Habana a los funerales de mi madre y fui retenidoforzado all cuatro meses, vi a Calvert muchas veces en mi desgracia renovada.Una vez fue su visita para agradecerme el envo un ao antes de medicinas raraspara curar una de sus periódicas dolencias secretas.Me dijo, a propósito de males,que ahora pensaba, como Keyserling, que sólo el dolor nos permite conocernosrealmente y que la enfermedad es el estado normal del hombre. Ms es de lamujer , le dije pero no se rió, ni siquiera se sonrió.Con todo estaba a vecescontento, sobre todo ahora que haba descubierto el amor heterosexual con unamutua amiga. Estoy encantado con ella , me contesó. Adems creo que voy aser padre.No es maravilloso? Lo que con frase de Virgilio Pinera, homosexualirredimible, resultó ser una falsa alarma. Por partida doble , dijo Virgilio conmalicia mundana.Un da visit a Calvert en su apartamento del Muelle de Luz, junto con RieLeal.Ociosos de domingo, donjuanes de da feriado, habamos levantado en lacalle a dos muchachas de la nueva clase (lase viejos prejuicios) y las llevamos avisitar a Calvert Casey.( Por qu se llama as todava? , dijo una de ellas. Suenaa yanqui. Es irlands , le expliqu. Peleó contra el imperialismo inglsentonces? El no, su padre s. Ah, vaya , dijo satisfecha. Esta es su casa y lade ustedes. Gracias , a do sonriente.) Cuando hice las presentaciones y les dijea ellas que tenan delante al mejor escritor cubano vivo, Calvert se sonrió radiantey al mismo tiempo cortado, tratando de ocultar su orgullo de escritor reconocido ensu tierra
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